Caracas 16 Julio de 2011
MISIÓN LASTIMA PRESIDENCIAL
Cada día que pasa, en estos largos doce años que hemos transitado por estas calles, nuestro “bien aventurado” Presidente nos ha acostumbrado a sorprendernos con nuevas y creativas ocurrencias misioneras rumbo al socialismo bolivariano, así hemos visto en ese transitar, pasar unas muy connotadas y otras no tanto, recordando algunas, por supuesto la más famosa “Misión Barrio Adentro”, tan“exitosa” que ha desconcentrado los centros hospitalarios del país, que ha elevado el índice de calidad de vida, disminuido las tasas de mortalidad infantil, desnutrición y cualquiera que usted piense, tan pero tan eficiente que en un país de 29 millones de habitantes, esta misión, ella solita ha realizado más de 300 millones de consultas, es decir, que cada uno de nosotros, ha ido por lo menos 10 veces a un consultorio popular, a un C.D.I o un C.A.T, y nos quejamos que nuestros centros hospitalarios no sirven, como osamos decir tal cosa; también tenemos las famosas “misiones educativas”, la “Robinson, la Ribas y la Sucre”, estas acabaron con el analfabetismo en nuestro territorio, “declarada”por la UNESCO, imagínense ustedes si no es un verdadero triunfo de la revolución, que ya en Venezuela, cada habitante, hasta en el mas recóndito lugarcito, sepa leer y escribir, a eso se le llama la verdadera revolución del conocimiento ¡qué maravilla!; y las olvidadas “Vuelvan Caras” o “Negra Hipólita” esta última que acabaría con los niños de la calle, y las dos últimas “Misión Agrovenezuela y Gran Misión Vivienda”, no habrá agricultor, que no tenga semillas, fertilizantes o préstamos para sus cosechas, o pareja, familia que no tenga su techo propio en su casa hecha en socialismo. Como podemos leer en este rápido paseo misional y los logros por ellas obtenidos y por todos conocidos, de la ineficacia, inoperancia, despilfarro y manipulación mediática del estado-gobierno, nos asombra y vemos con estupefacción la última creación de los libretistas de la revolución: “La Misión Lástima”. Veamos en que se sustenta esta nueva creación, la lástima es un sentimiento pasivo, una emoción triste que se experimenta cuando se ve sufrir a alguien. Puedes sentir lástima cuando por la tele ves a unos niños desnutridos buscando basura en las afueras de la gran ciudad o ves a un actor de reconocida trayectoria decir que tiene cáncer.
En el área del conocimiento psicológico, sentir lastima quiere decir:
1.- sufrimiento mental o dolor mental causado por pérdidas o heridas, y
2.- expresión de tristeza.Usualmente, las personas que no han logrado su madurez completa, frente a una situación de contingencia crítica, les baja la autoestima y demuestran una actitud totalmente negativa que a nadie ayuda. Todo lo contrario: estas personas son manipuladoras de los escenarios donde actúan basando su relación con el contexto personal en su rol falso de lástima. La lástima de uno mismo es una emoción que paraliza a las personas y las mantiene atrapadas en una situación negativa, causando que no sean aparentemente responsables de sus propias vidas.Por otra parte, la lástima de uno mismo también es utilizada como una manera de manipular a otras personas para lograr fines personales.
La manipulación es el intento o el acto de manejar a las personas según nuestro beneficio particular; de controlarlas o dominarlas sin convencerlas, sin contar con su disposición voluntaria. Según esto último podemos leer al lingüista estadounidense Noam Chomsky, célebre por su militancia política progresista, quien ha sido otrora uno de los principales ideólogos de esta revolución, últimamente apartado de ella, quien elaboró una lista de las “10 estrategias de manipulación” a través de los medios. Prescindiendo de las consideraciones ideológicas que Chomsky agrega, las fórmulas de manipulación que sintetiza son, en líneas generales, en forma alternativa y a veces simultánea.
1.-La estrategia de la distracción.
El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. “mantener la atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
2- Crear problemas, después ofrecer soluciones.
Este método también es llamado“problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.
3- La estrategia de la gradualidad.
Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.
4- La estrategia de diferir.
Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana”y que el sacrificio exigido podrá ser evitada. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.
5- Dirigirse al público como criaturas de poca edad.
La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizaste. ¿Por qué? “si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
6- Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión.
Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido crítico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…
7- Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad.
Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “la calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘armas silenciosas para guerras tranquilas)”.
8- Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad.
Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…
9- Reforzar el auto culpabilidad.
Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. ¡Y, sin acción, no hay revolución!
10- Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen.
En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos. Como podemos leer, este decálogo de la manipulación de Chomsky es libreto estudiado y parafraseado de todos los actores de esta nueva misión. Por lo general, la manipulación daña la autoestima de las personas que son víctimas de este acto, quien siente presión y violencia, porque es engañada. Existen muchas formas o estrategias comunicacionales que se usan para manipular. Podemos manipular con la culpa, haciendo que ciertas personas se sientan mal por lo que hicieron o dejaron de hacer. Dentro de la estrategia de la culpa, es usual y efectiva la lástima. Desempleados, pobres, solitarios, enfermos, enamorados y otros, usan sus aparentes limitaciones para obtener de los demás algo que no tiene derecho a exigir o que ellos mismos han perdido y desean recuperar ha como dé lugar. Podemos manipular con el miedo, amenazando a otros para que actúen a favor nuestros, so pena de que reciban algún castigo nuestro, de otros o de Dios. También se manipula con la indiferencia, quitando atención y cariño, llenando de frío las relaciones, y así obligar al otro reaccionar como esperamos. Algunos políticos se valen de la lástima y la complacencia para manipular. Muestran sus posibilidades de gratificación con amor o prebendas, a quien haga "lo correcto". Ellos complacen repetidamente para luego "cobrar la factura" cuando llegue el momento. Parte de este último libreto es victimizarse, se caracteriza por el victimismo: El resto del mundo les persigue, no les comprende, especialmente se hace notar que el líder del grupo es alguien incomprendido. De este modo se consolidan los lazos entre sus miembros y se refuerza la sensación de pertenencia a un grupo y simpatía por el “pobre enfermo”. De este modo las relaciones con la oposición, a las que se considerará de manera eufemística enemigas, se ven reducidas a la mínima expresión y es más difícil que un miembro abandone al “pobrecito” o que busque alternativas de salida. Los líderes victimizados usarán la manipulación emocional de la pena o la lástima, haciéndose a sí mismo víctimas, para esconder su propia cobardía a la hora de afrontar como verdaderos hombres sus responsabilidades. No te equivoques: ellos NO SON LAS VÍCTIMAS, Ellos son LOS VERDUGOS”.
"La lástima de uno mismo es uno de los narcóticos no farmacéuticos más destructivos, es adictiva, da placer momentáneo y separa a la víctima de su realidad." --
John W. Gardner
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